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Da un nuevo sentido a tus paseos

Un baño de bosque, también conocido como shinrin-yoku en japonés, es una práctica que consiste en zambullirse de forma consciente en la naturaleza, especialmente en un bosque, para mejorar la salud física, mental y emocional. Esta práctica es originaria de Japón (años 80).

Los primeros responsables de los efectos positivos del baño de bosque son los llamados terpenos, unas moléculas que segregan los árboles y que reaccionan de inmediato en nuestro sistema inmunitario fortaleciendo las defensas del organismo.

Sumérgete en la atmósfera del bosque, utiliza todos tus sentidos para conectarte con la naturaleza. Camina, observa con atención la flora y la fauna, respira profundamente el aire puro, escucha los sonidos naturales del entorno, el aire que agita las hojas de los árboles, el rumor del agua del arroyo, el canto de los pájaros…

Si lo incorporas a tu vida como un hábito, los baños de bosque tienen un gran poder curativo. Si, además, en tu baño de bosque incorporas algún ejercicio de meditación o visualización, darás un nuevo sentido a tus paseos.

Ejercicio para tu baño de bosque

Busca un lugar agradable en el bosque, quédate de pie y cierra los ojos. Piensa que eres un árbol y que de tus pies salen raíces que se entierran con cada respiración, hasta que te sientas completamente enraizado a la tierra.

Imagina que todos tus bloqueos, angustias, preocupaciones, aquello que no necesitas, los vas expulsando a través de las raíces de tus pies y depositándolos en el fondo de la tierra.

A su vez, toma también a través de las raíces, todo aquello que la tierra te puede dar y que te beneficia: energía, fuerza, paz, calma, confianza…todo aquello que para ti es importante. Imagina que todos esos nutrientes ascienden con tu respiración desde tus raíces y se expanden por todo tu cuerpo a través de tus venas y vías energéticas.

Levanta ahora los brazos hacia arriba como si fueran ramas y visualiza cómo se llenan de hojas con cada respiración, llenándote de energía y vitalidad.

Mantente así un tiempo a la vez que respiras profundamente e interioriza la sensación de fortaleza de un árbol.

Poco a poco vuelve a tu posición inicial y sigue sumergiéndote en la atmósfera mágica del bosque, sintiéndote ahora parte de él.

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