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El lobo blanco y el lobo negro: Una historia Cherokee

Existe una historia muy conocida sobre dos lobos que conviven en nuestro interior, el lobo blanco, que representa nuestra bondad, alegría, generosidad, gratitud, altruismo, esperanza, inspiración, en definitiva, nuestra parte luminosa y un lobo negro que representa nuestra ira, miedo, tristeza, desesperación, culpabilidad, lo que podríamos llamar nuestra parte oscura. Esta historia de autoconocimiento nos habla sobre nuestra dualidad, inherente al ser humano.

La historia Cherokee dice así…

Estaba un anciano con su nieto en la hoguera reflexionando tras haber vivido una injusticia.

El abuelo le dice a su nieto:

“Tengo la sensación de que dentro de mi corazón habitan dos lobos que luchan.

Uno de ellos es negro, está enfadado y lleno de ira. Decide pelear muchas veces sin razón, guiado por la rabia ante el más mínimo contratiempo. Además, dentro del lobo negro hay envidia, orgullo y ego sin límite.

El otro es un lobo blanco, rebosa amor, paz y perdón. No le gusta combatir, solo lo hace cuando siente que necesita cuidarse a sí mismo o a los demás. Dentro del lobo blanco hay bondad, humildad, empatía y compasión hacia sí mismo y su entorno.

Ambos lobos, el blanco y el negro, luchan por dominar la batalla dentro de mí”.
El joven, tomándose su tiempo para reflexionar, pregunta:

“¿Y cuál de los dos ganará?”

De nuevo el Cherokee anciano toma la palabra y afirma:

“Aquel al que yo alimente”.

Este es el final popular que se le ha dado a esta increíble historia de autoconocimiento. Pero el significado nativo original es mucho más poderoso y en la tradición Cherokee la historia prosigue y termina así…

El viejo Cherokee sonrió y respondió: “los dos ganan”.

“Si escojo alimentar únicamente al lobo blanco, el negro se esconderá detrás de cada esquina esperando a que me distraiga o esté débil. Saltará para conseguir la atención que ansía. Estará siempre enfadado y siempre luchando contra el lobo blanco.
Pero si también reconozco las cualidades del lobo negro, él es feliz y el lobo blanco es feliz. Todos ganamos.

Porque el lobo negro también tiene muchas cualidades; la tenacidad, el coraje, la valentía, una fuerte determinación y un gran pensamiento estratégico, cualidades que a veces necesito y de las que el lobo blanco carece.

Pero el lobo blanco tiene la compasión, el cuidado, la fuerza y la capacidad de reconocer lo que es en el mejor interés de todos.
¿Ves hijo?, el lobo blanco necesita al lobo negro a su lado. Por otra parte, alimentar solo al lobo negro te desgasta y te envenenas a ti mismo con tanta ira. Por eso el lobo negro también necesita de la energía del lobo blanco a su lado.

Alimentar tan solo a uno mataría de hambre al otro y ese se volvería incontrolable o ausente. Alimentar y cuidar a ambos, significa que te servirán bien y no harán nada que no sea parte de algo bueno, algo vital… de algo más grande.

Alimenta a ambos y no habrá más lucha interna por tu atención.

Y cuando no hay una batalla en el interior se pueden escuchar las voces del saber profundo que te guiarán en la elección de lo que es correcto en cada circunstancia.

La Paz y el equilibrio, hijo mío, son la misión Cherokee en la vida. El hombre que tiene paz y equilibrio interior lo tiene todo. En cambio, el hombre desgarrado por una guerra interna no tiene nada. La forma en la que elijas interactuar con esas fuerzas opuestas dentro de ti determinará tu vida. Puedes intentar matar de hambre a uno o al otro… o puedes decidir alimentar a ambos”

La versión original, como ves, es mucho más transcendente, ya que integra nuestra dualidad, imposible de separar, por otro lado, y que hemos de aceptar. Creer que podemos ser sólo luz u oscuridad, además de ser poco realista, es una equivocación, porque la luz y la oscuridad se encuentran una dentro de la otra.

Piensa en una situación desafiante que hayas vivido. Seguro que en su momento no podías ver la parte positiva que había en ello. Pero con el tiempo y si has crecido en consciencia y comprensión, te habrás dado cuenta de que aquella experiencia te trajo una enseñanza, un aprendizaje.

Por otro lado, cuando lo que experimentamos nos resulta agradable o “beneficioso” para nosotros, siempre trae una parte oscura (la letra pequeña) que tampoco podemos ver en el momento.

Por tanto, convivimos con luz (lobo blanco) y oscuridad (lobo negro) y ambas son necesarias para vivir en armonía. Encuentra el equilibrio entre ellas, no trates de vivir siempre en lo positivo porque el exceso de luz también te puede cegar, ni te vayas al otro extremo y vivas completamente dominado por el ego y totalmente desconectado de tu esencia.

Como he oído decir muchas veces a mi madre: en el punto medio está la virtud 😊

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